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Estudios socio–antropológicos de la puna catamarqueña (página 2)




Enviado por Maria Isabel Tort,



Partes: 1, 2

4. Medio ambiente
y aislamiento como condicionantes de la economia
local

Las características del medio físico,
unidas a la ausencia, en la comunidad, de
tecnologías apropiadas (sistemas de
captación y distribución de agua para
riego a fin de aumentar la oferta
forrajera y hortícola; mejoramiento de las técnicas
de cultivo para disminuir los efectos de las heladas tempranas,
cortinas forestales paravientos), han favorecido la permanencia
de pautas culturales de larga data. Junto a ellas se pueden
observar elementos nuevos, muchos de los cuales tienen
relación con la creación de la reserva. Otros se
deben a la apertura del camino, con el consiguiente movimiento de
personas.

4.1. La
escasez

La comunidad de Laguna Blanca vive en una economía de
austeridad. De las 90 familias, sólo 8 son dueñas
de la tierra, y
han visto disminuir sus propiedades por herencia y su
hacienda por enfermedades.

"Tenía 500 cabras y me quedan 30; tenían
la sarna y se secaban, garbancillo y otras enfermedades. Antes,
mi padre tenía como 30 vacas" (Informante Nº
7).

El área de tierra
subdividida por herencia se encuentra concentrada entre Corral
Blanco y La Puerta de Laguna Blanca. El resto de las tierras
(aproximadamente los dos tercios) pertenecen a un propietario
ausentista, quien las adquirió en 1972.

Al no tener propiedad de
la tierra, la mayoría de la población está sujeta al pago de un
canon anual por animal doméstico, en condición de
pastajeros. Esta relación determina una quita importante
de su riqueza.

A su vez, algunos propietarios menores arriendan parte
de sus tierras.

4.2. Principales actividades
productivas

4.2.1. Agricultura

Los lagunistos son esencialmente pastores, pero es
frecuente que la gente cultive algunas especies para complementar
la dieta. Solamente 5 familias (16.7%) no realizan
cultivos.

Los cultivos principales son papas y habas, pero
también siembran algo de trigo, maíz,
alfalfa, verduras y hortalizas.

Tanto el maíz como la papa presentan diferentes
variedades propias de la zona puneña (maíz capia y
pizpito, papa morada, manzana, dulce, etcétera) y la gente
las prefiere. Por ejemplo, la papa santafecina (papa propia del
área pampeana) no es de su agrado porque "da menos
producción y ocupa más espacio"
(Informante Nº 25).

El cultivo de verduras y hortalizas se ha visto
acrecentado en los últimos años, pues a
través de la Comisión de Mujeres se ha provisto a
las señoras de semillas de lechuga, acelga, cebolla,
cebolla de verdeo (allí se denomina cebolla de aumento),
perejil, zanahoria, remolacha, tomate,
repollo, zapallo y coliflor.

Muchas señoras se han entusiasmado con las
posibilidades que brindan estas nuevas especies (que ellas
cultivan con buenos resultados) e, incluso, se ha dado el caso de
una informante que está haciendo semillas de ellas: "Ya
tengo semilla cosechada aquí; ya la he cosechado
aquí también, ya criolla, ya de acá, que ya
se sabe… y no hay que comprar…" (Informante Nº
35).

En La Lomita hay 17 personas (56,7%) que hacen
huerta.

Hemos conocido cuatro personas que cultivan la quinoa,
planta originaria de la región, cuyo uso se ha ido
perdiendo, aunque sin desaparecer de la memoria de
la gente.

"La quinoa es buena para sembrar. Sirve para la sopa,
igual que el arroz. La hoja es como la lechuga, se come. Se hace
hervir la hoja con la sopa. Hay que cocinarla" (Informante
Nº 46).

Uno de los casos de plantación es de
iniciación reciente. La mujer ha
recuperado este cultivo y todavía cosecha poca cantidad.
Sin embargo, ha conseguido hacer semilla y piensa obtener
más rendimiento.

La siembra de todas las especies se realiza en recintos
de tamaño variable (rastrojos) cercados con "pirca" para
que no entre el ganado. No es fácil conseguir información sobre las medidas exactas de
estos predios, ya que los mismos usuarios no las conocen. Las
respuestas fueron: "es regular de grandor" o "no tomamos idea de
cuánto sembramos y cuánto dejamos" (Informante
Nº 16)

4.2.1.1. Tareas estacionales

4.2.1.1.1. Siembra

"Antes de sembrar hay que componer la tierra". "Se la
compone dando vuelta con la pala toda la tierra, cultivar que
se llama". "Después se le echa la semilla" (Informante
Nº 46).

En primavera se comienza a plantar. Las habas se
siembran en agosto y septiembre, las papas en octubre y
noviembre, y la alfalfa en verano.

La verdura merece un tratamiento especial: se hace
aparte un almácigo y después, según
cómo éste esté, se hace el transplante en
diciembre o enero.

Después de sembrar hay que regar cada seis u
ocho días. Cada uno saca una acequia del río para
llevar agua hasta su rastrojo, colocándole unas piedras
en el extremo de manera de controlar la entrada del
líquido. Si bien el propietario no cobra el uso del
agua, a veces la corta porque "la gente no quiere palear, no
quiere limpiar la acequia. Pero hay que palear, hay que ser
unidos. Después la acequia se va secando, se va
enterrando, si nadie la cuida" (Informante Nº
25).

Además del riego hay que ocuparse de desherbar,
cuidar que no entren los animales al
sembrado, cubrirlo con ramas o paja para que no lo coman los
pájaros y no se hiele. Cuando hiela poco se pueden
proteger las plantas
tapándolas con paja, pero "cuando la helada es muy fuerte
lo mismo penetra" (Informante Nº 25).

4.2.1.1.2. Cosecha

Durante la cosecha no se realiza ninguna
celebración especial, ni se solicita la ayuda de vecinos o
parientes.

El poco trigo que existe está listo para marzo,
pero las papas y habas recién se cosechan en mayo. "La
verdura se cosecha antes (abril)" (Informante Nº
16).

La alfalfa puede llegar a cortarse dos veces, en enero y
en mayo, ya que no se siembra todos los años, pues una
plantación dura mucho tiempo.

En general, con excepción de la alfalfa, todos
estos productos, que
son escasos, son para el consumo de
la familia o
para venta menuda o
trueque en el lugar. El excedente muchas veces se usa para
semilla o para alimento de los animales.

Gracias a la sequedad del clima no es
difícil conservar los vegetales y algunos guardan las
papas y las zanahorias tapadas con paja, en hoyos hechos en la
tierra, fuera de la casa. Las habas, en cambio, se
conservan dentro de la vivienda, peladas y embolsadas.

Durante el invierno se deja descansar la tierra,
"haciéndola componer con la hacienda" (Informante Nº
46) para lo cual se encierran los animales en el rastrojo a fin
de que la abonen. Se trata de no sembrar siempre en el mismo
lugar, rotando los cultivos para que la tierra se recupere. Si no
tienen otros rastrojos, se alterna plantando habas en el lugar
adonde se había sembrado papas el año anterior y
viceversa.

4.2.1.2. Dificultades que presenta la
agricultura

La agricultura
no les representa gastos, pues el
propietario no cobra por tierra sembrada. "El sembrado no deja
nada, no deja ganancia, por eso no pagamos" (Informante Nº
25)

Sí, en cambio, exige mucho trabajo y se
lleva el tiempo que deben dedicarle a los animales.

"No se puede dedicar mucho al sembrado porque hay que
cuidar la hacienda. No es sólo sembrar, hay que cosechar
también. No se puede estar viendo las cabras, las
llamas, cuidarlas de la sarna, de los leones, de los zorros. No
se puede, también, dedicarse a la sembrada porque hay
que desyuyar. Usted deja el sembrado, se va para otro lado a
cuidar la hacienda, a correr los leones, los zorros y, al mismo
tiempo, conchabar peones para curar… Cuando usted viene para
ver… que están chatitas las plantas, que se han
helado. Han entrado los cabritos, las mulitas. No se puede. Hay
que ampararlas, hay que proteger para tener" (Informante
Nº 25).

Estas dificultades pesaron para que muchas de las
señoras aceptaran la propuesta que se hizo de tener una
huerta comunal con un sector para cada una. Ellas debían
preparar la tierra y sembrar mientras los empleados de la
Dirección de Ganadería
la regarían y vigilarían. Esto les
permitiría dedicarse al pastoreo sin que la huerta quedara
abandonada.

4.2.2. Ganadería

4.2.2.1. Cantidad de animales

La cantidad de ganado es variable. Es común que
las familias grandes mantengan juntos los animales de todos sus
miembros, para facilitar su cuidado, pero reconociendo la
propiedad de cada uno.

Si bien no es fácil obtener información
precisa sobre el número de animales, se puede ver que hay
mayor cantidad de ovejas que de llamas, y las mulas y vacas son
escasas. Aparentemente, a pesar de su origen americano, las
llamas han aparecido recientemente en Laguna Blanca y esto
podría ser una de las posibles explicaciones de su menor
proporción con respecto a las ovejas.

Según dicen, "la llama empezó a cundir
por acá hará 40 o 50 años". "Antes no
sabía haber llama. Después empezó a cundir
mucho por acá". "Antes sabía haber ovejas
nomás" (Informante Nº 46).

"Primero que nada aquí había
vicuñas y ovejas. Después trajeron las llamas"
(Informante Nº 25).

También hemos recogido información sobre
mayor abundancia de ganado en épocas anteriores.
"Había gente que tenía 1000 o 2000 ovejas; ese
campo por donde viene la ruta sabía estar tapado de
hacienda" (Informante Nº 46).

…"Ahora hay poca hacienda, por los años
será que comienza a aminorar"… (Informante Nº
46).

"Yo también, cuando me he casado, he tenido como
500 ovejas y se me murieron de todas formas. Hay una plaga de
'unca', que le llaman. Con esto se mueren y con unas pestes.
Antes sabía haber 'unca' pero en pocas partes, ahora hay
mucha" (Informante Nº 46).

Incluso, se llega a afirmar que antes el campo era mucho
mejor para criar los animales. "La única enfermedad que
había era la 'unca'. Leones no existían
jamás. Tenían la hacienda botada un año
redondo y no pasaba nada" (Informante Nº 25).

De acuerdo a estas observaciones, la actividad ganadera
aparece en decadencia debido a factores internos (enfermedades y
animales depredadores).

4.2.2.2. Formas de obtención de los
animales

Puede ser que el ganado sea comprado con dinero en
efectivo (algunos le han dado ese destino a lo que ganaron cuando
salieron a trabajar fuera de la comunidad) pero no es esto lo
más común.

Es frecuente que los padres, u otros familiares, den a
los chicos algunos animalitos (a veces los que quedan
"guachitos") como retribución por cuidar la majada de la
familia. Sin
embargo, ellos no lo toman como pago por trabajo, sino más
bien como un regalo. "La haciendita que yo tenía la
había conseguido natural de la hacienda no más,
comienza a crecer y cundir, así no más" (Informante
Nº 46).

De hecho, no parece haber número fijo de animales
para retribuir por el trabajo
familiar. Puede ser un cordero por año, pero eso
está sujeto a variaciones.

Los hijos también reciben el ganado de sus padres
al morir éstos. Todos heredan lo mismo. Se divide en
partes iguales, sin distinción de sexo ni de
edad.

Además, es posible conseguir ganado cuidando el
de otros que le retribuyen dándole la mitad de las
crías que nacen en el año ("el multiplico"). Este
sistema se
denomina "al partir".

Cuando se arma una nueva familia, tanto la mujer como
el hombre
contribuyen con el ganado que han obtenido mientras vivieron
solos, y se forma el rebaño común. Es posible que
éste se constituya formalmente recién cuando la
pareja se ha casado legalmente; hasta ese momento se consideran
dos rebaños distintos.

4.2.2.3. División del trabajo

A pesar de que un informante nos dijo que las mujeres
tejen y cuidan el ganado, los hombres hacen el trenzado,
construyen las pircas y buscan leña, mientras cualquiera
de los dos sexos hace el hilado, nosotros no hemos notado una
marcada división sexual del trabajo tal como existe en
otras partes de la Puna argentina.

Es posible que el peso del cuidado del ganado recaiga
sobre las mujeres (en general son ellas las encargadas), pero
cualquier miembro de la familia (chicos o grandes, varones o
mujeres) lo puede hacer y para eso se turnan.

4.2.2.4. Cuidado de los animales

El ganado menor necesita que se lo cuide y se lo lleve a
comer a los lugares adonde el pasto es bueno. Por la noche debe
traérselo otra vez hasta la casa para encerrarlo en el
corral a fin de evitar el ataque de los animales
predadores.

La exigencia del cuidado varía según los
animales y las condiciones climáticas.

"Todos los días hay que sacar los animales del
corral, invierno y verano. En el verano están más
sueltos, pero en invierno se cuidan más porque hay zonda y
con el viento se descampan. En el verano, con repuntarlos un poco
es suficiente. Se los tiene repuntaditos no más"
(Informante Nº 14).

Las ovejas necesitan más protección y
control diario,
en cambio las llamas, e incluso las cabras, se crían
más sueltas y pueden llegar a estar alejadas de la casa
por mucho tiempo. Por eso las ovejas están más
desmejoradas en las épocas de escasez de pasto
(agosto y septiembre).

4.2.2.5. Trashumancia

En el invierno disminuye el pasto en la zona baja y toda
la gente lleva sus animales a los puestos ubicados en las alturas
adonde todavía se conservan manchones verdes. A veces se
traslada toda la familia pero, en muchos casos, se van turnando
para subir, ya que siempre tiene que haber alguien arriba
cuidando las ovejas.

Como el receso escolar es en invierno, es frecuente que
la madre se traslade arriba, con los chicos, en abril o mayo para
bajar en octubre. La permanencia en los puestos de altura
–precarios y pequeños– es dura porque el clima
es más riguroso y nieva frecuentemente.

Necesitan hacer pozos para la provisión de agua y
taparlos, pues el viento Zonda arrastra tierra y arena. Quedan
relativamente aislados, de manera que deben llevarse desde abajo
todas las provisiones y enseres de la casa.

4.2.2.6. Arreglos para el cuidado

La gente que ha migrado a otras zonas del país
para trabajar, cuando tiene animales los deja en Laguna Blanca
para que se los cuide alguien de la comunidad, sea o no de la
familia. Los tratos que se hacen están generalmente
basados en el sistema de pago "al partir".

Este sistema también es utilizado por la gente
que trabaja en la Dirección de Ganadería o por el
mismo dueño de la tierra, que deja, a veces, ganado al
cuidado de sus pastajeros, tal como en el relato siguiente. "Mi
papá le cuida (al propietario) algunos animales que son
llamas. No le paga nada porque él dice que están en
su casa y, además, ya están amañadas. Antes
le ha recibido al partir, cuando ha traído de otra parte"
(Informante Nº 25).

En cambio, con cabras y ovejas, "tanto para mí,
tanto para él. Cuando hay producción, si no hay
producción, no… Por ejemplo, si las cabras paren una,
dos, tres… El trajo las cabritas para que yo las cuide, ahora
también hay mías allí, porque son al partir.
Las ha traído en camión y las ha dejado.
Entregó cincuenta o cuarenta y ahora quedan pocas porque
hay 'unca', quedaron dos o tres no más" (Informante
Nº 25).

4.2.2.7. Señalada y esquila

Además del cuidado diario de los animales hay
ciertas tareas periódicas que, sobre todo cuando los
rebaños son grandes, requieren la participación de
varias personas. En los casos en que se tienen pocos animales la
familia trabaja sola, sin ayuda externa.

La señalada se realiza en ciertas épocas
del año (puede ser Carnaval o Pascua) y los que tienen
mucha hacienda hacen una fiesta con la que agasajan a los vecinos
o parientes que vienen a ayudarlos.

Los invitados colaboran sin recibir retribución,
pero también se puede buscar la ayuda de peones
conchabados especialmente, a los que se les paga por el
día de trabajo.

A las ovejas, además de señalarlas, se les
pone en la cabeza, el lomo o la punta de la cola, una"flor" de
lana hilada y retorcida de distintos colores para que
su dueño las reconozca de lejos.

La esquila (que se lleva a cabo en octubre o noviembre)
no parece estar ligada a ningún tipo de ceremonia y la
ayuda se debe pagar siempre.

"Hay que conchabarlos, decimos". En 1986 se pagaban A 3
(tres) por día y dicen que este año (abril de 1987)
se pagan A 5 (cinco). "Se le paga también con lana, como
quiera el peón" (Informante Nº 25).

Las ovejas suelen esquilarse todos los años, en
cambio las llamas cada año por medio, porque la lana no
alcanza a crecer lo suficiente como para que se pueda hilar
bien.

El rendimiento de los animales no es uniforme. Las
ovejas dan entre 1/2 y 1,5 kilo de lana, mientras que a las
llamas puede sacárseles entre 1,5 y 2 kilos.

4.2.2.8. Especies

La mayor parte del ganado es ovino, pero también
tienen manadas de cabras y de llamas así como algunos
caballos, vacas, burros y mulas.

Aunque las ovejas no son propias de la región,
parecen ser los animales preferidos. Se les dedica más
atención y, salvo casos excepcionales, son
el centro de la economía de la casa.

La raza predominante es la criolla, rústica, pero
la Dirección de Ganadería está introduciendo
razas más finas (Merino o Karakul) para la cruza, aunque
no siempre tienen aceptación por parte de los
pobladores.

Si bien reconocen que la hacienda fina rinde más
en calidad y
cantidad de lana y carne, la consideran mucho más delicada
y vulnerable, y a su fibra menos resistente.

4.2.2.9. Tenencia de la tierra

Las tierras en donde se asienta la reserva pertenecen a
distintos propietarios.

La mayor parte es de un comerciante que vive en Villavil
y el resto se divide entre la Dirección de
Ganadería y los herederos de un pequeño
propietario. Los ganaderos deben pagar por el uso para pastaje,
de acuerdo con la cantidad y el tipo de animales que tengan. A
estos ganaderos se los denomina "arrienderos", "pastajeros" o
"yerbajeros".

Para el pago se cuentan sólo los animales de un
año para arriba, de manera que por el "multiplico" no se
abona pastaje.

Este canon se puede pagar en dinero o en especies
(animales, lana, hilo o telas), y el precio es
fijado por el propietario año a año.

Los valores, en
1987, eran: Ovejas y cabras: A 0,60 por cabeza y por
año

Burros: A 0,50 por cabeza y por año

Llamas: A 0,80 por cabeza y por año

A pesar de la escasez de dinero en efectivo, la gente
prefiere pagar así porque el propietario fija tanto el
precio del pastaje como el de los productos con que se abona, de
manera que el pastajero siempre sale perdiendo. Esto solamente
puede ser hecho por los que trabajan en la Dirección de
Ganadería, ya que los otros, sólo excepcionalmente,
cuentan con una entrada de dinero.

Cuando hay inflación los precios
cambian año a año y el propietario prefiere no
fijarlos mediante un contrato.
Aparentemente, se hacen simples convenios de palabra y el
único comprobante es una boleta en la que figura el
importe del arriendo.

El terrateniente arregla las condiciones con el jefe de
familia, que es el que figura en la boleta. Los otros miembros,
que tienen animales en el mismo rebaño, le pagan a
éste directamente.

Se ponen de acuerdo acerca del lugar que deben ocupar
estableciendo los límites
sobre la base de los aspectos sobresalientes del paisaje. Por
ejemplo: "desde aquella loma hasta los pabellones" o "desde el
alambre de ganadería hasta la orilla de la vega aquella
que va por el bajo". También puede ser que se fije una
franja de un ancho determinado contra la casa o el
cerro.

Antes, las fracciones de terreno se delimitaban mediante
mojones que marcaban líneas ("linderados"), colocados por
los propietarios.

4.2.2.10 .Tamaño de las parcelas

No es fácil tener la certeza del tamaño de
la parcela que ocupan, pues aparentemente tampoco ellos lo saben
con exactitud o les resulta muy difícil
precisarlo.

"El tamaño del campo que arrendamos es grande. Es
grandísimo. No sólo ese ocupamos, ocupamos en
Corral Blanco también, pero ese pedazo es más
chico" (Informante Nº 44)

Otro informante alquila la parcela que está al
lado de su casa. "Debe tener 1 km de ancho, no creo que
más. De largo debe ser como 5 km." (Informante Nº
14).

Además, cada uno tiene su porción de vega
establecida desde hace años, y allí llevan a
abrevar a los animales.

El curso del río se usa para regar y para
provisión de agua para el consumo humano, en cambio las
vegas son sólo para que beban los animales.

4.2.2.11. Calidad del campo

La calidad de los campos está en relación
con la humedad, la cantidad de pasto y la existencia o no de
"unca" en las vegas. Esta peste se encuentra en los campos
más bajos, más cercanos a la Dirección de
Ganadería.

En las zonas altas de los cerros los cursos de agua no
están contaminados, pero no es fácil llevar los
animales allí porque "falta pasto y es más
frío. No hay vegas ni hay nada" (Informante Nº
25).

4.2.2.12. Problemas de
la actividad ganadera

El ganado, único bien de estos pobladores, no
rinde lo que debería a causa de una cantidad de
inconvenientes que se presentan para su cría.

La "unca" (fasciola hepática) aparece como la
principal causa de muerte (sobre
todo de las ovejas), pero no es ésta la única
dificultad.

También está la escasez de alimento que se
sufre a fines del invierno. Es el "tiempo de la
flacura".

Ese "es el tiempo de las epidemias. El ganado se pone
flaco por el frío y la mucha agua. Hay poco pasto, lleva
el viento el pasto. El animal se muere bastante. A mí se
me ha muerto mucha hacienda estos otros años, ahora no. El
ante año se me murió bastante. Eran ovejas. Se
murieron de la flacura y les agarró una enfermedad
también" (Informante Nº 16).

Tanto el ganado menor como los camélidos sufren
los embates de distintos depredadores, entre los que se destaca
el puma ("el león")

Según la gente, "antes no había plaga de
león. Ahora ya hay de más. Antes los pillaban
porque sabían tener armas".
(Informante Nº 7) (19).

"Las llamas se dan bien, pero ha entrado la plaga del
león y eso las va liquidando. Nosotros hemos tenido como
cien animalitos de llamas y han comenzado a mermar ahora. Han
quedado pocas, cada vez menos. En vez de ir aumentando, van
menos" (Informante Nº 14).

Hay también otros animales perjudiciales para la
hacienda: zorros, hurones, cóndores, caranchos, buitres,
etcétera.

"El zorro perjudica, pero nunca como el león. El
zorro perjudica a los animales chicos, nomás: a los
corderos, a los chivitos, a los tekes chicos, nomás.
Cuando nacen, con días, con una semana o dos, ellos los
comen" (Informante Nº 25).

La abundancia de depredadores y la insistencia de la
gente en el sentido de que el puma ha aparecido recientemente en
la zona hacen pensar en una posible relación con la
creación de la reserva.

4.2.2.13. Uso del ganado

El ganado es su principal fuente de recursos. Tanto
el animal mismo como sus productos sirven, además del
consumo directo, para obtener bienes que
ellos no producen o dinero.

Dinero es lo que menos consiguen porque los comerciantes
que les reciben los animales, la lana o los tejidos, no se
los compran, sino que los cambian ("cambalachean") por los
artículos que ellos traen.

El propietario de las tierras también acepta
ganado o sus productos como pago por el año de
pastaje.

"Pero, otros años sabíamos venderlas a las
telas porque él pone el precio pero… Es una persona a la que
no se le puede hacer entender. Uno le dice 'es tanto', pero no.
El dice: 'Yo digo cuánto vale' y se lo llevó y
listo. Igual a la hacienda, que él pone el precio. Siempre
nos lleva jodidos toda la vida y no vamos para adelante. En
ocasiones es preferible darle la plata porque en las cosas
siempre nos va a embromar, porque él es el que pone el
precio. En la lana lo mismo, en el hilo, lo que sea" (Informante
Nº 14).

En cualquier caso, el intercambio es desequilibrado
porque el comerciante o el propietario fijan los precios de lo
que dan y de lo que reciben sobrevalorando siempre al
primero.

Como dice Pearse: "Otro obstáculo a la
economía de los minifundistas es el mecanismo de mercadeo. Debido
a la inferioridad contractual del campesino y a
la concentración ordinaria de tres funciones
comerciales en las manos de un mismo individuo
(comprador del producto,
otorgante del crédito
y vendedor de bienes de consumo), todos los excedentes generados
por la economía pequeña tienden a ser tansferidos
al intermediario en lugar de quedar disponibles para su
reinversión". (Pearse, A., 1979, página
64).

La carne de estos animales domésticos
también constituye un elemento importante en la dieta de
los pobladores.

La más común es la carne de cabra, pero a
veces usan ovejas y, excepcionalmente, llamas o vacas. En los
casos de animales grandes, la carne se conserva en forma de
charqui.

4.2.2.14. Industrias
derivadas de la
ganadería

4.2.2.14.1. Hilado y tejido

Tanto hombres como mujeres saben hilar y tejer, aunque
esta última técnica se practica menos que en
épocas anteriores. "Antes, la gente de Laguna Blanca usaba
todo de lana: saco, pantalón, todo de lana de oveja. De
llama no, apenas el poncho, nomás." (Informante Nº
46).

Este tipo de ropa ya se usa muy poco, pero la falta de
mercado fuera de
la comunidad aparece como la causa fundamental de la
desaparición de la actividad textil, pues todos dicen que
ya no hay quien compre pullos o ponchos, y los pocos que compran
los pagan muy mal.

No existe el telero como oficio único.

La actividad pastoril mantiene vigente el uso de sogas
trenzadas de lana. Se hacen de la fibra que se saca de la pata de
la llama.

En relación con el tiempo que insume y la
cantidad de materia prima
que lleva, la actividad textil deja un escaso margen de ganancia.
(Ver cuadro Nº 7)

El hilado, en cambio, es más ventajoso porque con
el huso la gente puede hacerlo en cualquier momento o lugar.
Incluso mientras vigila la hacienda. Es una tarea practicada por
todos (hombres, mujeres, grandes y chicos), y aunque el precio
sea bajo, el comercio del
hilo les resulta mejor que el de los tejidos, ya que agrega
valor a la
materia prima
sin las dificultades de éstos.

El 95 % de los productores vende la lana, parte hilada y
parte sin hilar.

Hay que tener en cuenta, además, que el poder
adquisitivo de esta ganancia está en relación con
el alto precio que los comerciantes fijan a sus propios
productos.

4.2.2.15. La economía basada en la
ganadería extensiva

En esta comunidad eminentemente pastoril, la
ganadería extensiva es el eje de la economía.
Camélidos y ovinos brindan lana, cuero, carne y
leche. Al no
poseer tierra en propiedad, el ganado y sus subproductos aparecen
como valores de cambio y uso, y única posibilidad de
ahorro y
acumulación. Este rol estratégico que cumplen en la
economía del lugar, unido a las condiciones ambientales,
hace que la mayor parte del tiempo esté dedicada a su
cuidado (20).

El arreo diario a las zonas de pastaje o la permanencia
de todo o parte del núcleo familiar en los cerros durante
el invierno ocasiona tempranas responsabilidades en los niños,
y mayores en las mujeres en relación con otras comunidades
rurales (21).

La lana de llama y oveja se hila y, en menor medida, se
teje. La preeminencia del hilado sobre el tejido es cada vez
mayor y está dada por ser la única actividad
productiva factible de ser realizada juntamente con el cuidado
del ganado (22). En esta economía con escasa
monetarización, ganado, hilado y tejidos sirven para pagar
el pastaje y adquirir bienes de consumo duraderos y no
duraderos.

La situación económica se presenta en
condiciones de extrema fragilidad; por su condición de
monoproductora (ganadería y subproductos) y por la escasa
tecnología
disponible que la expone –ante factores climáticos o
enfermedades del ganado– a una merma considerable de su
patrimonio y,
consecuentemente, a un aumento de la escasez.

Esta realidad es ilustrada con precisión por una
lagunista: "Lo nuestro casi no tiene salida. A veces es como para
tirar todo el trabajo y buscar un empleo, pero
como no es tan fácil estudiar o ser empleada, entonces
sigue la crianza."

"Yo pienso que la crianza es buena, no sólo para
el criador, sino para toda la ciudad, porque si no se da la
crianza nadie va a comer carne, nadie va a tener un poncho de
llama, o un poncho de oveja o uno de vicuña, o una
pollera. Siempre vamos a tener que seguir luchando en esta vida,
porque si tiramos todo, nada vamos a tener."

"Mientras uno viva no hay que perder la esperanza y, si
a los hijos les agrada, pueden seguir. Si no les agrada, nada que
ver." (Informante Nº 25).

4.3. Heterogeneidad social y
vida cotidiana de la población

El modelo de
utilización de los recursos y organización de la producción lleva
a suponer una sociedad
simple y uniforme, con pocas diferencias en los niveles de vida.
Sin embargo, lo anterior no implica que no exista
estratificación, como grados de diferenciación
social basados en el patrimonio y los ingresos o en la
estimación social por el rol que cumplen en la comunidad
(23).

Aqui va el cuadro Nº 7

Aqui va el cuadro Nº 7 , 2º
parte

En Laguna Blanca –en el área más
próxima a la estación experimental y a La
Lomita–se asientan diecinueve de las veinte personas que
cuentan con un ingreso monetario fijo, el que establece una
primera forma de diferenciación en la
comunidad.

Si bien –como ya se ha señalado– la
tierra, en su mayor parte, está en manos de un propietario
ausentista, existen ocho familias dueñas por herencia. A
su vez, hay diferencias entre los grupos familiares
según el tamaño y la composición de los
rebaños.

Los asalariados permanentes, así como los mayores
criadores, son los que están en condiciones de contratar
mano de obra temporaria para el manejo del ganado, la esquila o
la ampliación de su vivienda. El pago por estas tareas se
efectúa en dinero o en especies (vellones de
lana).

La posesión de un ingreso monetario fijo
facilita, en algunas familias, el aprovisionamiento de alimentos en
mayor volumen que el
necesario para el consumo periódico
y, consecuentemente, su venta a otras familias. Por lo menos
siete de los asalariados realizan este tipo de comercio
–muchas veces centrado en la venta de vino–, lo que
les proporciona un ingreso adicional.

A su vez, algunos de estos asalariados y los grandes y
medianos propietarios de ganado venden lana a los pequeños
y, en algunos casos, les adquieren hilo o tejidos.

Entre las familias dueñas de la tierra (ocho en
total), hay tres que arriendan parte de sus dominios, para el
pastaje de animales, a habitantes del lugar o a la
Dirección de Ganadería, bajo la forma de "al
partir" o de retribución monetaria.

De una u otra manera, fracciones de la población
mantienen una situación diferenciada del resto. Algunas de
estas familias tienen excedentes monetarios que les permiten
hacer préstamos de dinero, en situaciones de apremio,
cobrando intereses. En febrero de 1987 este interés
era de, aproximadamente, un 10% mensual.

Todas estas prestaciones,
que suponen una ganancia al prestatario, señalan la
presencia, la permanencia y la activación de un sistema de
prestigio y poder a nivel de la comunidad local, y marcan la
ausencia de la red tradicional de
reciprocidad, de responsabilidad comunal y de gestión
social de los recursos –característica de las
comunidades andinas–. Esta es reemplazada por la
acumulación individual de bienes, de carácter fundamentalmente "parasitario", a
través de la intermediación comercial, el arriendo
de tierras o el préstamo de dinero.

También se observa la presencia de situaciones de
prestigio individual ligadas no ya a la posesión de
medios
económicos (tierra, ganado, ingreso monetario), sino a
ciertas aptitudes (en poder de pocas personas) que les permiten
cumplir determinados roles en la comunidad.

Por ejemplo, posesión de virtudes de
carácter mágico–religioso (como la capacidad
de curar) o de conocimiento
de lectura y
escritura
(gestión en comisiones escolares o asesoramiento en
cuestiones litigiosas).

El primer caso resalta la pervivencia de formas
culturales tradicionales, en tanto que el segundo es el resultado
de las necesidades de la comunidad frente a la ruptura de su
aislamiento y su inserción cada vez mayor en la sociedad
global.

4.3.1. Adquisición de bienes

La familia nuclear o extensa es la célula
básica de la
organización social y, debido a la debilidad de los
lazos comunales, es la unidad de producción, consumo y
distribución de bienes.

Esto no significa que estas unidades familiares sean
autosuficientes. De hecho, nunca lo han sido, dado que al
integrar un ecosistema con
recursos limitados no han estado en
condiciones de producir todo lo que consumían.

Sin embargo, a medida que las causas del aislamiento
desaparecieron y un conjunto de familias se incorporó al
asalariamiento permanente, las pautas de consumo se fueron
modificando más rápidamente (por ejemplo, cocinas a
garrafa, radiograbadores o relojes).

El trueque de mercadería existió siempre y
aparece como un intercambio en donde cada una de las partes
establece sus propias reglas, "cada uno pone el precio de su
mercadería" (Informante Nº 6). Pero esto desaparece
cuando hay precios establecidos o cuando hay un empleo
institucionalizado de ciertas formas de pago, como la
moneda.

Llamado "cambalache", el trueque está limitado a
los tradicionales productos de la ganadería y la actividad
artesanal. Se realiza con comerciantes de Belén, Villavil
y Barranca Larga, quienes visitan el lugar periódicamente
y son llamados "ambulantes".

Las áreas de penetración de estos
comerciantes son diferentes y también lo es su clientela.
Las diferencias se basan en a) el cuasi monopolio que
el mayor dueño de la tierra ejerce sobre los pastajeros en
Aguas Calientes y Corral Blanco, localidad esta última
adonde tiene instalado un almacén, y
b) la clientela a la que sirve un reciente proveedor, constituida
casi exclusivamente por los asalariados quienes le pagan con
dinero. A su vez, estos dos comerciantes ejercen su actividad a
través del sistema de "fiado", lo que determina un
permanente endeudamiento y, por ende, dependencia del
abastecedor. "La casa de arriba está mala, le voy a pedir
a Don Indalecio una 'platita' y, cuando venga mi marido, le va a
vender una 'lanita'. Siempre le compro a él porque es muy
'esperador'. "(Informante Nº 11). "Compro en la
proveeduría de Don Horacio pago con dinero. Le compro a
él porque'adelanta'y da un poco más barato"
(Informante Nº 14).

Las compras fuera de
Laguna Blanca son poco frecuentes y se limitan a los productos
difíciles de obtener de los proveedores
habituales (especies) o que presentan precios más
favorables y pueden ser fácilmente transportados (café o
té).

Los asalariados permanentes son los que compran con
dinero o lo combinan con el trueque. Estas familias que han
ingresado en el circuito monetario, al disponer de dinero,
obtienen mejores precios. Los que están fuera del
circuito, en cambio, necesitan imperiosamente malvender sus
productos tradicionales.

Algunos alimentos (maíz, trigo, frutas) son
adquiridos, por lo general, a cambio de animales (Ver cuadro
Nº 9).

Las ovejas son muy requeridas por los comerciantes,
quienes las llevan "abajo", a los lugares adonde hay poco ganado
ovino (Barranca Larga, Puerta de Corral Quemado). Por ejemplo, a
Barranca Larga llegan algunos ambulantes con el ganado en pie y
traen sus productos en burros y mulas.

Si bien la zona es recorrida por varios comerciantes,
los dos antes mencionados ejercen una especie de monopolio y no
existe, de ninguna manera, la ley de la oferta
y la demanda.

Tienen lo que puede denominarse un "mercado cautivo" ya
que, debido a las dificultades de transporte, la
gente se ve obligada a comerciar con ellos aceptando la
imposición de sus precios.

En este esquema de intercambio, la economía
familiar resulta objeto de explotación múltiple,
dentro de un sistema de relaciones asimétricas; por un
lado, por el precio que el mercado –representado por el
"ambulante"– le fija a los productos ganaderos y
artesanales y, por el otro, por el que le impone a los bienes de
consumo (duraderos y no duraderos) que requiere.

Por ejemplo, en 1988, en venta particular, ellos
podían sacar A 100 por kilo de lana hilada de llama,
mientras los acopiadores les pagaban A 31.

Dentro de este esquema, la dependencia de la comunidad
de sus proveedores–compradores ha aumentado en el tiempo al
surgir nuevas necesidades y desaparecer las formas de comercio
que brindaban dinero o productos a su vez comercializables
(vicuña, chinchilla y coca).

No es ésta una situación privativa de la
puna catamarqueña.

En un estudio sobre la comunidad de Lucanas, en
Perú, se señala que "el acercamiento al mundo
urbano por medio de las vías de comunicación tampoco ha favorecido a la
economía de la gran mayoría de campesinos
comuneros, los cuales están cada vez más
dependientes del mercado externo a la comunidad; los que
sí han conseguido beneficios son los comerciantes y
ganaderos que han visto aumentados sus ingresos,
constituyéndose en la clase social
privilegiada de la comunidad" (Saito Díaz y otros, 1977,
página 69).

4.3.2. El consumo alimentario

Tal como han variado los requerimientos de bienes de
consumo lo han hecho las pautas alimentarios de la
población. Hace cincuenta años, las comidas
tradicionales (sopa, locro y mazamorra) estaban basadas en papa,
trigo, maíz y habas. Unos veinte años atrás
habría comenzado a modificarse la dieta, al introducirse
arroz, fideos y condimentos.

La dieta actual es monótona y reiterativa. Por la
mañana es habitual algún tipo de ingesta,
prevaleciendo el empleo de infusiones (mate cocido o té,
con azúcar), dado que el mate cebado es muy
"demoroso" (Informante Nº 22). El agregado de la leche en
las infusiones es poco frecuente y éstas se
acompañan con pan o tortilla.

Al mediodía, las comidas comunes son a base de
carne, guiso con carne, fideos o arroz y carne hervida con papas.
Excepcionalmente se menciona el locro.

Por la tarde y la noche no se ingiere nada o la ingesta
es muy liviana, "comimos una sopita que hizo mi cuñada,
con cogote de oveja y fideos" (Informante Nº 4).

A diferencia de otras zonas andinas, aquí la
alimentación habitual se centra en el
almuerzo.

Las excepciones están dadas por los pastores que
salen a la mañana –especialmente en verano– a
llevar la hacienda y regresan a la caída del sol. Se
proveen de "pan y un pedazo de carne que cocino arriba, sobre las
brasas; otras veces charqui sin moler, pasas de uva; carne cocida
fría, quesillo, cuando hay". (Informante Nº
1).

Hay quienes no comen nada: "cuando voy al campo no llevo
nada, masco un poco de cari, es como la rica–rica, y se me
pasa el hambre" (Informante Nº 11). Al regresar se ingiere
una infusión o se hace una cena, por lo general
liviana.

En este consumo alimenticio típico hay un
período (fines del invierno), conocido como la
"época de la flacura", en el cual disminuye el
aprovisionamiento de carne y papa, y faltan las verduras. Como
resultado se registra un aumento en la ingesta de maíz,
trigo, fideos y arroz; "cuando sufro sin papa como locro, sopita
con cebolla, fideos y arroz" (Informante Nº 15).

La economía de escasez y la carga que representa
el cuidado del ganado relegan cada vez más la
preparación de comidas elaboradas. Se tiende a reemplazar
el pan por la tortilla; empanadas y locro son comidas que gustan
pero se hacen ocasionalmente porque son "muy trabajosas"
(Informante Nº 5). Por eso mismo el queso es escaso y se
convierte en un bien de cambio cada vez más
preciado.

5. Proceso de
Cambio

De la descripción sociocultural hecha surge que
si bien en los últimos años se ha tornado
más fluído el intercambio de elementos con la
sociedad global, por el aumento de puntos de contacto
(articulación), la cultura
tradicional se ha adaptado y conserva su vigencia.

La base de la economía sigue siendo la
ganadería, sustentada en prácticas tradicionales y
con una clara relación con ciertos aspectos de la
organización social (parentesco y formas de ayuda
mutua).

Tal vez, la disminución del número de
cabezas de ganado que mencionan los informantes sea un indicador
de la pérdida de importancia de la ganadería, pero
de todas maneras sigue siendo la actividad principal.

El ganado, especialmente las llamas, es el bien de mayor
valor económico en la zona y su posesión permite
marcar una estratificación social, ya que el tamaño
de los rebaños es muy variable.

Quedan también resabios de antiguas
prácticas agrícolas, aunque esos cultivos (quinoa),
prácticamente han desaparecido, a pesar del valor proteico
de ese cereal y de que la gente lo sigue valorando.

Si bien es destacable el peso de la cultura tradicional,
no es ésta una sociedad, como ya dijimos, totalmente
aislada ni estática.

Debido a diferentes causas, se nota la introducción de elementos nuevos que
provocan, o pueden provocar, cambios que afecten a toda la
estructura
social (Ver Cuadro Nº 10).

A partir de la creación de la reserva se
organizó un sistema de cargos rentados dependientes de la
Dirección de Ganadería de la provincia, por lo cual
hay un grupo de
familias (residente en La Lomita) que puede disponer de dinero en
efectivo. Esto las coloca en situación ventajosa frente a
las demás, en lo que se refiere a la capacidad
adquisitiva.

Con el pago en efectivo se tienen más
posibilidades de negociación y de obtener mejores
precios.

También los coloca en mejor situación
frente al propietario para el pago del pastaje, ya que de esta
forma él no puede imponer sus condiciones.

El sueldo fijo puede cambiar, también, el sistema
de estratificación, ya que el bajo valor de los bienes que
poseen hace que tener un sueldo, aunque sea mínimo, pese
tanto como la posesión de un rebaño
mediano.

Aunque no podemos ser categóricos en ese sentido,
debido a la pequeñez del universo con el
que trabajamos, las historias laborales de los jefes de familia
muestran una tendencia a la disminución de pastores y de
la actividad artesanal, así como un aumento en la cantidad
de casamientos formalizados.

Lo primero tiene vinculación con la posibilidad
de trabajar en relación de dependencia, y lo segundo, con
la existencia de subsidios por matrimonio y
esposa.

Hay que hacer la salvedad de que la disminución
de la actividad artesanal es un problema que existe en todas las
comunidades campesinas, ya que también tiene
relación con el escaso valor agregado que se obtiene
hilando o tejiendo la materia prima y con las dificultades que
surgen para la comercialización de los productos
elaborados.

La existencia de la reserva también va en
desmedro de los rebaños, ya que la prohibición de
caza ha facilitado la acción
predadora del puma. De todos modos, esa prohibición no es
acatada totalmente, ya que, cuando un puma hace mucho daño,
la gente se une para matarlo.

Los elementos nuevos introducidos con la
intención de provocar cambios que mejoren la posibilidades
de vida de la gente no siempre fueron aceptados.

Por ejemplo, varios pobladores critican las cualidades
de las ovejas no criollas (Karakul o Merino).

"La lana de la cruzada es más lerda para hilar,
pero da más 'riende'. No tiene grasa ni se quiebra al hilar.
Al tejer se quiebra porque es muy finita". "En cambio, la lana
criolla tiene más resistencia. No
tiene casi desperdicio y no se quiebra al tejer".

"La (oveja) Karakul es más andadora (que la
Merino), más resistente, fuerte, pero siempre tiene
enfermedad…".

"No está mal pensado que se cambie de hacienda,
sino que a nosotros no nos da resultado. A cada uno de nosotros,
'los crianderos'. No sé si será por la zona o por
falta de 'alfa' o alguna otra cosa. No estoy segura" (Informante
Nº 25) (24).

Es evidente que no cualquier innovación, por mejor intencionada que sea,
desplaza los elementos viejos si no se ofrecen claras
ventajas.

En relación con la existencia de la reserva se
nota también la acción de instituciones,
ajenas al área de Ganadería, que introducen
elementos de cambio en la sociedad.

Con el apoyo financiero de la Comisión
Interamericana de la Mujer (OEA), se
realizaron –durante un período de tiempo
(1982–1984)– tareas de promoción social en las que
participó el personal del
CEIL. Se impulsó la creación de huertas y la
ampliación de la variedad de especies sembradas, con la
intención de enriquecer la dieta, pero no todas las
mujeres continuaron con esta práctica. Aparentemente, el
cuidado de la huerta no es compatible con el del ganado, ya que
ambos exigen gran dedicación.

Sin embargo, hubo algunos casos exitosos, tanto por la
variedad como por la calidad de lo cosechado, lo cual puede
indicar que el clima y la altura no son limitantes.

También se crearon comisiones de mujeres para
atender el problema de la sanidad animal y de las
artesanías, una proveeduría y un taller de
costura.

Los resultados iniciales fueron buenos, pero su
acción se fue perdiendo a medida que dejó de viajar
el personal que prestaba apoyo y, por consiguiente, los cambios
observados fueron importantes pero no permanentes.

La Secretaría de Ciencia y
Técnica de la provincia de Catamarca, participante en el
mismo proyecto, ha
realizado varias obras tendientes a proveer energía y
agua potable
(colocación de paneles fotovoltaicos, planta
potabilizadora, acequias y cañerías).
Además, se construyó un albergue escolar
acondicionado térmicamente y un invernáculo para
cultivos y se organizaron sistemas de
forestación.

Todas estas obras se han hecho en forma
prácticamente experimental y todavía no se nota su
influencia en la vida de la comunidad, aunque algunas de ellas la
tendrán, indudablemente, en lo futuro. Pensamos que el
tendido de una red de agua potable (en
una parte de la comunidad La Lomita) puede traer aparejada una
redistribución espacial de las viviendas; el albergue
atraerá más población escolar; la
replicación del invernáculo enriquecerá la
dieta, y la forestación facilitará la
provisión de leña.

Pero en este caso también harían falta
tareas de promoción si se tiene interés en que las
innovaciones se repliquen. Por el momento, no se han extendido
los cambios señalados a las otras poblaciones de la
reserva.

Aquí va el Cuadro Nº 10

Independientemente de la creación de la reserva,
tal como lo señaláramos anteriormente, se
produjeron cambios en la forma de articulación con la
sociedad nacional, especialmente desde que se abrió la
ruta que une Belén con Antofagasta de la
Sierra.

Esto facilitó la búsqueda de trabajo
externo con la consiguiente emigración de la gente joven.
La consecuencia evidente es la falta de mano de obra para el
cuidado del ganado y el cambio cultural de los migrantes que, a
veces, vuelven a la comunidad con otras costumbres.

El nuevo camino permitió el tránsito de
vehículos y un aumento de la frecuencia de llegada de los
comerciantes y acopiadores. Como ya dijimos, los principales son
dos, y se plantea con ellos una relación diferente. Con el
dueño de la tierra hay un antiguo trato que abarca el pago
de pastaje, animales al partir y el comercio. En cambio, con el
comerciante de Barranca Larga la relación es puramente
comercial.

Esta intensificación del comercio ha provocado el
ingreso de numerosos productos nuevos, acarreando cambios en las
pautas de consumo de la gente.

De todos modos, estos productos no abundan, ya que los
precios son muy altos, el poder adquisitivo de la gente es bajo y
el intercambio es desigual.

6.
Conclusiones

Si analizamos los cambios habidos en la comunidad en los
últimos años, éstos no parecen ser muy
profundos.

El aislamiento de la zona y sus características
económicas (productora de materia prima escasa y de baja
calidad, con poca y dispersa población) no resultan
atractivos para la inversión capitalista que, seguramente,
provocaría cambios estructurales, no siempre
beneficiosos.

Se ha promovido la acción de organismos,
estatales y no gubernamentales, y éstos han introducido
elementos nuevos, pero las características
socio–económicas siguen siendo básicamente
las mismas.

De todos modos, hay que tener en cuenta que, a pesar de
la lentitud de su proceso de cambio, la sociedad no es algo
estático y se puede hablar de cambios potenciales a partir
de la creación de la reserva.

Esta debe servir no sólo para la
preservación de la fauna y la flora,
sino también para mejorar las posibilidades de vida de la
gente que habita en sus tierras.

No hay que pensar que la creación de una reserva
y las restricciones consecuentes deban, necesaria y
permanentemente, repercutir en contra de la economía de
las comunidades involucradas, pues una vez logrado el
número deseado de poblaciones silvestres, éstas
pueden convertirse en nuevas fuentes de
ingreso.

Si aumenta la población de vicuñas, la
comercialización de la fibra puede representar elevados
ingresos para los residentes debido a su alto valor
económico. De ese beneficio deberán participar
todas las comunidades que pueblan la zona, las que
recibirían, de parte de un ente específico (creado
para la
administración de la reserva y constituido por
el Estado
provincial, el propietario y los pobladores), una suma
determinada por cada vicuña que habita en sus tierras o en
las que ellos usan. El pago de este pastaje es una
práctica tradicional en el lugar.

Según Hofman y otros, que se basan en una
experiencia realizada en Perú, el monto pagado debe
superar dos o tres veces el pastaje anual que se paga por
llama.

Asímismo, parte de los recursos provenientes de
la venta de la fibra puede ser destinada a ejecutar obras que
beneficien a toda la comunidad (instalaciones para el manejo de
ganado, como bañaderos y mangas; caminos; mejoramiento de
escuelas y postas sanitarias; obras de irrigación y agua
potable y saneamiento de las vegas) y al mejoramiento de los
planteles de ganado doméstico, así como al desarrollo de
mejores técnicas para el hilado y la tipificación
de las fibras.

También puede pensarse en la explotación
turística de la reserva, dotándola de las
instalaciones necesarias, la cual debería, también,
redundar en beneficio de los pobladores, ya que aumentaría
sus posibilidades de trabajo y la circulación de dinero en
efectivo en la comunidad.

En este análisis debemos distinguir dos procesos de
cambio. El que se produce normalmente dentro de la comunidad como
consecuencia de sus factores internos y aquel que se da por la
acción de elementos exógenos.

Estos últimos no necesariamente son beneficiosos,
pero son una consecuencia de una inevitable pérdida de
aislamiento, y sus efectos se pueden adaptar, total o
parcialmente en sentido positivo.

Referencias I y
II

* Publicado en el Boletín CEIL, año
4, Nro. 7, octubre de 1981.

**Este trabajo ha sido posible por el
permanente intercambio de ideas y trabajo en común desde
su inicio desde 1980, con el Lic. en Biología Jorge L.
Cajal, de la Dirección Nacional de Vida Silvestre, y los
otros profesionales del área de Biología, Ciencias
Agronómicas y Producción Animal que han aportado su
colaboración en diversos momentos.
El trabajo de campo en repetidas visitas ha sido posibilitado por
la efectiva cooperación de la Dirección de
Ganadería de la Provincia de Catamarca, agradecemos
especialmente a sus autoridades. Fue publicado en el
Boletín CEIL, año 10, Nro. 15, abril de
1987.

1. El fenómeno es común en las
áreas de la Puna Andina. Glynn Custred ("La Puna de los
Andes Centrales", pag. 63 en Jorge A. Flores Ochoa (compilador)
Pastores de Puna. Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 1977)
señala que "A más de 4300 m. cuando la humedad del
suelo es
abundante se encuentran lozanas praderas pantanosas y
frías, alrededor de manantiales, orillas de las
corrientes, lagos glaciales y superficies planas donde el drenaje
es pobre. Por encima de la franja de 4500–4700 m. hay
también lugares húmedos que contrastan con los
escasos manojos de vegetación de las extensiones
áridas. La existencia de estas manchas de
vegetación se debe a suelos
mineralizados y arcillosos, que almacenan agua todo el año
y por tanto proporcionan habitat para los pastos. Estas praderas
se denominan bofedales o mojedales (oqho–en quechua) y
junto con los pantanos son característicos de la puna alta
y por consiguiente de gran importancia para el pastoreo de
altura".

2. Reboratti, Carlos: "Santa Victoria: Estudio de un
caso de aislamiento geográfico", en Desarrollo
Económico, Revista de
Ciencias Sociales
(Nro. 55, vol. 14, oct–dic. de
1977)

3. Jorge A. Flores Ochoa: "Pastoreo, tejido e
intercambio" (págs. 133–54) y Juvenal Casaverde: "El
trueque en la economía pastoril" (págs.
171–92) en Jorge A. Flores Ochoa (comp.) op.
cit.

4. La información demográfica proviene de
las carpetas por familia que el Ministerio de Bienestar Social de
la provincia actualiza a través de un agente sanitario. La
diferencia en las cifras proviene del registro de
emigrantes recientes.

5. Un dato importante sobre el cual es necesario
profundizar la indagación es el del porcentaje del valor
de la producción que representa este arriendo. Obviamente
que debe ser considerado en el contexto de relaciones de
comercialización y "clientela" (incluyendo la cría
de ganado "en sociedad") que pueden existir con el
propietario.

6. oJorge A. Flores Ochoa: "Pastores de alpacas de los
Andes" (pg. 15–52), y el conjunto del volumen mencionado.
Hay por otro lado una abundante literatura comparativa
proveniente de la antropología y la geografía humana,
sobre pastores nómades, especialmente en zonas
desérticas de Africa.

7. Con excepción obviamente de transacciones
comerciales por trueque, escuela primaria
(en parte del área), servicio
militar, migraciones y trabajo estacional de hombres a
cosechas.

8. Hasta entonces, secularmente, y aun hoy, buena parte
de la
comunicación e intercambio se hacía en
caballares y burros en tropa en recorridos ajustados a la
rigurosidad del medio. El ingreso aún esporádico
(no hay servicio de transporte público), y sobre parte del
área, de automotores es un factor
significativo.

9. Nosotros participamos en la experiencia desde 1980,
en el contexto de una asistencia técnica. La reserva
depende de la Dirección de Ganadería de la
Provincia de Catamarca, cuyos técnicos visitan
periódicamente el área. La experiencia es apoyada
por la Dirección Nacional de Fauna Silvestre y por el
Centro de Estudios e Investigaciones
Laborales (CEIL–CONICET). A partir de 1983 se inició
el trabajo de promoción y participación social al
cual nos referiremos más adelante.

10. FORNI, Floreal H.: "Laguna Blanca, una comunidad de
pastores de llamas en la Puna Catamarqueña",
Boletín CEIL Nº 7, CEIL, Buenos Aires,
octubre de 1981.

11. Ha sido declarada en 1982, por el programa "El
Hombre y la
Biosfera"
(MAB) de la UNESCO, parte de la red internacional de Reservas de
la Biosfera (zonas protegidas representativas de los principales
tipos de ecosistemas
del mundo)

12. Decreto G/10949/83

13. CAJAL, Jorge L.: "Las Reservas" en Cajal, J.L. y
Amaya, J.N.; Estado Actual de las investigaciones sobre
camélidos en la Argentina, SCyT. Programa Nacional de
Recursos Nacionales Renovables. Buenos Aires, Marzo 1985,
pág. 166, estima en 900 vicuñas existentes en el
área.

14. La información demográfica proviene de
las carpetas por familia que el Ministerio de Bienestar Social de
la provincia actualiza a través de un agente sanitario. La
diferencia en las cifras poblacionales proviene del registro de
migraciones estacionales y migrantes recientes.

15. Informe oral
recibido de un antiguo poblador, propietario de campo y
arriero.

16. REBORATTI, Carlos; "Santa Victoria: Estudio de un
caso de aislamiento geográfico" en Desarrollo
Económico
, Revista de Ciencias
Sociales (Nº 5, vol. 14, oct–dic. 1973)

17. Por el entonces Instituto Etnico Nacional en febrero
de 1955 (un informe fue publicado por el diario "El Sol" de
Catamarca). Participaron los Doctores Cáceres Freyre, Rex
González, y los historiadores catamarqueños
Bazán y Olmos.

18. Otra perspectiva que trata de explicar la
persistencia de la alta fecundidad, basada en los estudios acerca
de los primeros estadios de la industrialización europea y
su difusión en áreas rurales (Wrigley, EA, 1969),
señala las posibilidades que ofrece el trabajo a domicilio
sin limitación legal por edad y sexo (Bendix, R. 1968),
para incorporar los niños a la fuerza de
trabajo y estimular consecuentemente la alta tasa de
fecundidad.

19. Una señora del lugar, entrevistada,
señaló que "antes sacaban 15 bolsas de trigo de 50
kilos cada una o más. Antes se cosechaba trigo,
maíz y quinoa". "Todo esto se acabó en 1980". Otras
entrevistadas datan con anterioridad la fecha de los
cambios.

20. En un estudio efectuado pocos años antes de
la construcción del camino, Raffino,
Rodolfo A. y Cigliano, Eduardo M.; "La lumbrera, Antofagasta de
la Sierra. Un modelo de Ecología cultural
Prehispánica", Relaciones, Nro.7, 1973;
señalan, luego de descubrir las rutas andinas, que "este
sendero de herradura es posible que se deba haber utilizado desde
épocas muy antiguas, probablemente prehispánicas;
es evidente que será utilizado hasta que pueda construirse
una ruta vial que comunique Antofagasta de la Sierra con el Valle
de Hualfin, la que producirá un reemplazo, aunque tal vez
no total, de las tropas de mulas por vehículos
modernos".

21. El gran número de casos de "madres solteras"
nos hizo pensar originalmente en un acentuado desequilibrio de
sexos, pero el examen de la pirámide de edades y de tasas
específicas de masculinidad en las edades más
expuestas a la reproducción no confirmó la hipótesis TM general= 94; entre 15 y 40
años= 84). Si bien existe desequilibrio, la elevada
"ilegitimidad" no encuentra su única explicación en
el mismo. Hay, sin duda, una valoración de la
reproducción y "normas permisivas
referidas a la actividad sexual de los jóvenes" que
legitiman esa forma de organización de la comunidad
doméstica. En algunos casos la posterior formación
de "parejas estables" puede relacionarse con la posibilidad de
cierta independencia
económica. Tradicionalmente esta independencia estaba dada
por la posesión de un rebaño considerable, dentro
del complejo sistema de rebaños familiares. La
aparición de sueldos fijos estatales (a más de los
de la reserva, posiciones de agentes sanitarios y
policías) cumple la función de
esos rebaños y, en algunos casos, la refuerza.

22. Una manifestación de esta disposición
negativa es la reiterada referencia a la predación de los
rebaños por parte de los pumas ("león" en su
lenguaje), que
ellos atribuyen a la imposibilidad de cazarlos con armas de
fuego.

23. Un signo de la economía de "escasez" de que
hablábamos es que los alimentos se guardan en "la
proveeduría", que es un cuarto especial bajo llave. Como
cambio significativo hay que mencionar la difusión de la
cocina a garrafa de gas, usada para
algunas ocasiones, y en cuanto a nuevos alimentos, la leche en
polvo, el arroz, algunas especias ("mixtos"), fideos que
reemplazan los locros, conservas, etc. Un cambio muy generalizado
es el abandono del paico y el uso de jabón para
lavar ropa.

24. El problema más sentido es la afección
sufrida por los animales al pastar en las vegas infectadas por la
"unca" o "fasciola hepática". Una vacuna por vía
oral ha producido una gran reducción de la mortandad. La
misma vacuna tiene un amplio espectro de cobertura para distintas
enfermedades.

Desde el punto de vista metodológico, hemos
empleado una metodología convencional cuantitativa para
el tratamiento de los datos de registro
y censo de población y ganados. Se han efectuado entrevistas y
largas convivencias en la comunidad. A partir del inicio del
programa mencionado se implementó la discusión de
grupo y un esfuerzo sistemático para asegurar la mayor
participación posible en la toma de
decisiones.

26. En el marco de un "Taller de autogestión para
la mujer campesina", a cargo de personal del Programa Regional de
Tecnología Apropiada para la Mujer Campesina de la
Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA.

27. Presentado en el marco del Programa de
Cooperación Franco–Argentina y ante una entidad no
gubernamental

Referencias
III

1. Excavación realizada por el Dr. Alberto Rex
González y comentada en "Viaje a Laguna Blanca.
Crónicas e impresiones". Federico Pais. Diario "La
Unión". Catamarca. Febrero–Marzo, 1955.

2. 1 legua=5 km; 80 leguas=400 km; 32 leguas=160 km. 400
km x 160 km =64.000 km2 = 6.400.000 ha.

3. Cornejo, Atilio: Antecedentes históricos sobre
la jurisdicción de la Provincia de Salta sobre el
Territorio de Los Andes. Instituto San Felipe y Santiago.
Boletín Nº 2. Salta, 1938. La propiedad inmobiliaria
de Salta. Epoca virreynal. Buenos Aires, 1945.

4. Cfr. aspectos vinculados a la
ganadería.

5. San Carlos, Departamento de la provincia de Salta,
limítrofe con Catamarca; capital del
mismo departamento.

6. San Antonio de
los Cobres, fundada en el año 1902, era la capital de la
antigua gobernación de Los Andes y funcionaba como centro
político–administrativo y comercial. A partir del
año 1948 pasa por allí el ferrocarril que llega al
paso de Socompa en Chile.

7. Madrazo, Guillermo B.: Comercio interétnico y
trueque intraétnico. En: Desarrollo
Económico Nº 82, volumen 21, Buenos Aires,
julio–setiembre de 1981.

8. Bolsi, Alfredo S.: La región de la Puna
Argentina. En: Revista de la Facultad de Filosofía y
Letras. Universidad
Nacional del Nordeste. Nº 10. Resistencia, Chaco. Diciembre
de 1968.

9. De acuerdo con Raffino, Rodolfo A. y Cigliano,
Eduardo M. y, según datos de sus informantes, las jornadas
serían: primera, de Laguna Blanca a Laguna Colorada, 50
km; segunda, de Laguna Colorada a Corral Quemado, 55 km; tercera,
de Corral Quemado a La Puerta de San José 55 km y cuarta,
de La Puerta de San José a Belén, 30 km. De: La
Alumbrera. Antofagasta de la Sierra. Un modelo de Ecología
Cultural Prehispánica. En: Relaciones. Sociedad Argentina
de Antropología, Nº 7. Buenos Aires, 1973. pp
241–258.

10. Varios informantes señalaron que ya 40/50
años atrás no había chinchillas en el
lugar.

11. "Los lagunistas son especialmente traficantes, y su
tráfico comercial –de cueros de vicuña–
es intenso, considerado como un medio principal de vida,
realizando este con Chile, entre Socompa y Villavil". De Pais,
Federico op.cit.

12. De Pais, Federico: op. cit.

13. Cruz, José: Vida y aislamiento. Un enfoque
antropológico del ciclo vital en Laguna Blanca, Catamarca.
En: Revista del Museo de La Plata, Tomo VI. La Plata,
1968.

14. Este análisis parte desde la creación
del territorio nacional de Los Andes, cuya capital era San
Antonio de los Cobres y cuyos límites fueron dados por
decreto del 19 de mayo de 1904. Estaba formado por los
departamentos de Susques, San Antonio, Pastos Grandes y
Antofagasta de la Sierra.

15. El mayor propietario del área señala
que "ya no quiero hacer más 'corridas' (capturas) de
burros porque no rinden. Antes vendía a Río Cuarto,
a un frigorífico para hacer embutidos. El año
pasado (1985), vendí 200 a Belén y no me los
pagaron. Voy a sacar los burros y poner ganado".

16. Aguas Calientes se encuentra a catorce horas a lomo
de mula de la estación experimental de Laguna
Blanca.

17. Lo que marca la
importancia numérica y, quizá la antigüedad
del ganado ovino en la comunidad.

18. Para la fiesta del Santo Patrono llegan a Laguna
Blanca pobladores de todos los parajes, así como de
localidades ubicadas más abajo: Barranca Larga, Villavil,
Corral Quemado.

19. Con la creación de la reserva se confiscaron
las armas de todos los pobladores. Sólo los guardafaunas
quedaron en posesión de ellas.

20. "Los criadores nómadas no tienen la suerte de
conocer períodos de ocio completo. Todos los días,
sin excepción, el ganado requiere sus cuidados rutinarios,
una celosa vigilancia contra los ladrones o los cuidados
especiales necesarios cuando el ganado atraviesa por algún
momento de crisis."
Harroy, Jean Paul. La economía de los pueblos sin
maquinismo. Madrid,
Ediciones Guadarrama, 1973 (página 51.

21. "Las mujeres tienen responsabilidad y autoridad
importantes y equiparables a las de los varones. Las familias de
los pastores, en ese sentido, muestran mucho equilibrio, ya
que la mujer no se halla sometida a los varones ni ostenta menos
poder". Flores Ochoa, Jorge. El ecosistema del pastoreo andino en
las tierras altas de los Andes Centrales. En: Sobrevivencia
Campesina en Ecosistemas de Altura. Volumen II. Santiago de
Chile, Cepal–Pnuma, 1983.

22. "En la comunidad
andina, un objetivo
primordial perseguido por la estrategia
cultural andina es el de asegurar la supervivencia a
través del aprovechamiento máximo del tiempo de
trabajo disponible". Dorson, John. Comunidad Andina,
Gestión de Recursos y Diferenciación Social. En:
Sobrevivencia Campesina en Ecosistemas de Altura. Volumen I.
Santiago de Chile, Cepal–Pnuma, 1983.

23. Stavenhagen, Rodolfo. Las clases
sociales en las sociedades
agrarias. México,
Siglo XXI Editores S.A., 1969. Capítulo 2: Clases sociales
y estratificación.

24. "La agronomía campesina serrana es aún
mal conocida. La investigación económica sobre las
prácticas y sistemas de cultivo campesino no tienen el
mismo grado de adelanto que la investigación
sociológica e histórica sobre el mundo andino. En
los países andinos la investigación
agronómica se ha orientado, básicamente, a los
cultivos vinculados a la exportación, a la producción de las
grandes empresas, ya sea
de la costa, de la selva o de las punas altiplánicas. Por
el contrario, se ignora gran parte de la agricultura y
explotación campesina de las vertientes. La
investigación agronómica está, o estaba,
largamente basada en suposiciones. Se ha considerado preferible
comenzar con semillas o sementales importados, especialmente
animales, y a partir de ellos establecer un sistema de
producción de categoría, incluso al precio de
fuertes inversiones
iniciales y de un fuerte gasto para el mantenimiento
del sistema de producción. Por ejemplo, se importaban
ovinos seleccionados, Corriedale o Merino, que requieren cuidados
especiales y buenos pastos, o aun vacunos Brown–Suisse o
Charolais, animales pesados que necesitan una alimentación
seleccionada, cuyo costo de
producción es elevado. Pero nadie se ha ocupado de
comenzar con el ganado ordinario local o intentar su mejoramiento
con un buen control sanitario o con una alimentación mejor
ajustada a las necesidades fisiológicas de la planta o
animal. Las variedades ordinarias le sacan mejor partido a las
condiciones difíciles del medio. Mejor alimentadas y
controladas pueden aumentar su rendimiento sin que esto
signifique la disminución de sus aptitudes para resistir
fuertes limitaciones". (Dollfus, O., 1981, página
127).

Reseña
Bibliográfica I y II

  • BENDIX, Reinhardt; "Trabajo y autoridad en la
    industria",
    Buenos Aires, EUDEBA, 1968.
  • CAJAL, Jorge L.; "Las Reservas", en Cajal, J.L. y
    Amaya J.N., Estado Actual de las Investigaciones sobre
    camélidos en Argentina, SCyT. Programa Nacional de
    Recursos
    Naturales Renovables, Buenos Aires, Marzo de
    1985
  • CASTRO LUCIC, Milka; "Estrategias
    socioculturales de subsistencia en las comunidades Aymaras
    altoandinas, en el interior de la Provincia de Arica,
    Parimacota. En: El Hombre y los Ecosistemas de
    Montaña, MAB 6. Santiago de Chile, 1982
  • FLORES OCHOA, Jorge A. (compilador), "Pastores de
    Puna", Instituto de Estudios Peruanos. Lima 1977
  • FORNI, Floreal H.; "Laguna Blanca, una comunidad de
    pastores de llamas en la Puna Catamarqueña",
    Boletín CEIL Nº 7, Buenos Aires, octubre,
    1981
  • FORNI, Floreal H. y BENENCIA, Roberto; "Estrategias
    rurales de reproducción con alta fecundidad; familia
    troncal y trabajo y migración por relevos. La
    situación demográfica de una región
    subdesarrollada en un país moderno (Santiago del
    Estero–Argentina)", Documento de Trabajo Nº 16,
    CEIL, Buenos Aires, diciembre de 1985.
  • RAFFINO, Rodolfo A. y CIGLIANO, Eduardo M; "La
    Alumbrera, Antofagasta de la Sierra. Un Modelo de
    Ecología Cultural Prehispánica", en
    Relaciones, Nro. 7, Buenos Aires, 1973
  • REBORATTI, Carlos; "Santa Victoria. Estudio de un
    caso de aislamiento geográfico", en Desarrollo
    Económico, Revista de Ciencias Sociales, Nº 55,
    Vol 14, Buenos Aires.
  • WRIGLEY, E.A.; "Population and History"; London,
    Weindenfeld and Nicholson, 1969, citado por Archetti, Eduardo
    P., en "Rural Families and Demographics Behavior: Some Latin
    American Analogies, (Mimeo), 1983

Reseña
Bibliográfica III

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    antropológico del ciclo vital en Laguna Blanca,
    Catamarca. En: Revista del Museo de La Plata, Tomo VI, La
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  • DOLFUS, Olivier: El reto del espacio andino. Lima,
    Instituto de Estudios Peruanos, 1981.
  • FLORES OCHOA, Jorge A: El ecosistema del pastoreo
    andino en las tierras altas de los andes centrales. En:
    Sobrevivencia campesina en ecosistemas de altura. Vol II.
    Santiago de Chile, CEPAL–PNUMA, 1983.
  • FORNI, Floreal: Laguna Blanca, una comunidad de
    pastores de llamas en la Puna Catamarqueña. En:
    Boletín CEIL, Nº 7. Buenos Aires, octubre de
    1981.
  • FORNI, Floreal: Tort, María Isabel; Pessina,
    Leonor: El establecimiento de una reserva de vida silvestre en
    una comunidad de pastores de altura (Laguna Blanca –
    Departamento Belén – Catamarca). En:
    Boletín CEIL, Nº 15. Buenos Aires, abril de
    1987.
  • FORNI, Floreal: Líneas de investigaciones
    sociales, económicas y culturales. En: Cajal, Jorge L.;
    Amaya, Jorge N.: Estado actual de las investigaciones sobre
    camélidos en Argentina. Secretaría de Ciencia y
    Técnica. Programa Nacional de Recursos Naturales
    Renovables, Buenos Aires, marzo de 1985.
  • HARROY, Jean Paul: La economía de los pueblos
    sin maquinismo. Madrid, Ediciones Guadarrama, 1973.
  • HARDESTY, Donald L: Antropología
    ecológica. Barcelona, Ediciones Bellaterra,
    1979.
  • HOFMAN, Rudolf K.: y otros: El manejo de la
    vicuña silvestre. Eschborn, Sociedad Alemana de
    Cooperación Técnica, 1983.
  • Madrazo, Guillermo: Comercio interétnico y
    trueque intraétnico. En: Desarrollo Económico
    Nº 82, vol 21, Buenos Aires, 1981.
  • PEARSE, Andrew: La metrópoli y el campesino:
    la expansión del complejo urbano industrial y la
    cambiante estructura
    rural. En: Shanin, Teodoro (comp.): Campesinos y sociedades
    campesinas. México, Fondo de Cultura Económica,
    1979.
  • RECA, Alfredo y otros: Reserva Natural de Vida
    Silvestre "Laguna Blanca". Espacios naturales y su importancia
    para la ganadería lugareña. Informe. Buenos
    Aires, 1989.
  • SAITO DÍAZ, María Guadalupe y otros:
    Estudio agro–socioeconómico de la comunidad de
    Lucanas (Dto. Ayacucho). Perú, 1977.
  • STAVENHAGEN, Rodolfo: Las clases sociales en las
    sociedades agrarias. México, Siglo XXI Editores,
    1969.
  • STEWARD, Julian H: Teoría y práctica del estudio de
    áreas. Washington, Unión Panamericana,
    1955.
  • WOLF, Eric: Aspectos de las relaciones de grupo en
    una sociedad compleja: México. En: Shanin, Teodoro
    (comp.) Campesinos y sociedades campesinas. México,
    Fondo de Cultura Económica, 1979.

Este texto se
encuentra bajo licencia Creative Commons

Forni, Floreal. Estudios
socio–antropológicos de la Puna
catamarqueña
. Floreal Forni Maria Isabel Tort,
Dora Jimenez y Leonor Pessina. CEIL=PIETTE, Centro de Estudios de
Investigaciones Laborales, CONICET, Buenos Aires, Argentina.
1993. p. 47.

Disponible en la World Wide
Web:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/argentina/ceil/forni.rtf

Floreal Forni, Maria Isabel Tort, Dora Jimenez y
Leonor Pessina

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